Narrada en primera persona, la trama se desenvuelve en los pensamientos obsesivos de un pintor, Juan Pablo Castel, que le llevan a matar a su amante, María Iribarne,"la única persona capaz de comprender su arte".
A medida que la historia transcurre, y teniendo en cuenta que solo vemos a través de la mirada desesperada del protagonista, nos vamos dando cuenta de todo el proceso mental que va avanzando hacia ese túnel frío y solitario que describe en las primeras páginas, y que queda más detallado en las últimas: "que toda la historia de los pasadizos era una ridícula invención o creencia mía y que en todo caso había un solo túnel, oscuro y solitario: el mío, el túnel en que había transcurrido mi infancia, mi juventud, toda mi vida."
Y es que Juan Pablo Castel es un hombre solitario, extraño y peculiar que desprecia la humanidad, y que se enamora de María porque cree que es distinta a toda esa gente que le rodea. Y cuando la decepción llega, porque el pintor no acepta que el ser humano es un cúmulo de contradicciones, fallos y miserias, es cuando decide poner fin a la vida de María.
Un libro brillante, donde destaca la capacidad de Sabato para describir con precisión ciertos estados de ánimo y el lado más oculto de la naturaleza humana en esta narración introspectiva, poética y sensible que engancha desde las primeras páginas.
